La paciencia de la afición se agotó ante una nueva temporada sin competición europea, ante la necesidad de debilitar aún más la plantilla y ante la poca profesionalidad y seriedad de la directiva del club encabezada por el presidente Anil Murthy, equipaciones de futbol baratas que incluso se desplazó a Barcelona para negociar las ventas de los capitanes y canteranos Gayà y Carlos Soler al club catalán. Por otra parte, el 14 de julio de 2013, el Bayern jugó un partido benéfico contra el Hansa Rostock, un histórico club alemán de la 3. Liga que estaba amenazado financieramente.
